09 noviembre 2007

Terapia con los sonidos de los cuencos tibetanos

Sin importar en que cultura nos encontremos, podremos comprobar que la vibración, el sonido, el ritmo o la música, están siempre presentes. Algunos sonidos nos llevan a la paz profunda, otros nos conducen a estados mentales de ensoñación o trance, y también hay sonidos para alegrarnos o entristecernos. ¿Cual es el motivo? La respuesta es muy sencilla: Los seres humanos también poseemos vibración y, como tal, tenemos la capacidad de alterarnos a partir de la audición y percepción de otra vibración o sonido. Esta alteración puede bloquear nuestra energía, desarmonizando el cuerpo, el espíritu y las emociones.

Este desequilibrio puede ocasionarnos múltiples problemas: Enfermedades físicas, desequilibrios emocionales, dificultad para relacionarse con los demás y con uno mismo, problemas sexuales, falta de amor, de confianza, de expresividad e insatisfacción en

En Sonido Espiritual se realizan encuentros grupales (conciertos) donde los sonidos de los cuencos nos conectan con nuestro interior, permitiéndonos recobrar el sentido de autovaloración y de esa manera poder iniciar un proceso de armonización plena.En apenas una hora de concierto una grata sensación de paz y serenidad invadirá nuestro cuerpo, ayudándonos en la obtención del equilibrio físico, mental y espiritual.

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