11 enero 2008

El orgasmo femenino en la evolución

Comencemos entendiendo que el orgasmo de la mujer (el máximo momento de goce sexual) ha sido durante siglos uno de los misterios más celosamente guardados en lo que a la sexualidad respecta, quizás debido a una tradición de marcada tendencia machista. Los descubrimientos de la ciencia y la revolución femenina de los últimos años están revirtiendo esta situación con la equiparación de los roles entre los dos géneros.

También hay que saber que, a diferencia del orgasmo masculino, el femenino no va unido a los factores “biológicos” reproductivos, ya que no es necesario para la concepción. De hecho, es perfectamente posible completar un coito con plena capacidad reproductiva sin que la mujer llegue al orgasmo.

Según algunos expertos y biólogos, el orgasmo femenino, que es raro en toda otra especie animal, es un subproducto evolutivo del ser humano. Algo así como los pezones en los hombres, sin función biológica alguna aparente.

Uniendo estas ideas es posible plantearnos lo siguiente:

Si ya comprendimos que un ambiente amoroso en la infancia es vital en la vida futura, si ya sabemos que un buen embarazo es trascendente en el crecimiento del bebe, solo resta preguntarnos porque desatendemos ese instante mágico en que madre, padre y el futuro hijo/a se encuentran en el momento de la concepción.

¿No será fundamental el orgasmo de la mujer en la concepción de nuevos seres humanos? Niñas y niños más puros, nobles, pacíficos, que sean hijos e hijas del amor y que lleguen a cambiar ese planeta.