
El agua era uno de los elementos básicos a los que se les rendía culto, lo mismo que al sol, todos los pueblos primitivos lo hacían. Ambos eran venerados como dioses.
Y tiene a su vez un significado metafísico, El agua representa varias cosas: la primera es que no tiene forma, pero puede adoptar cualquier forma, tiene la capacidad de adaptarse a todas las formas. Si la viertes en tu tarro, adquiere la forma del tarro y si la viertes en un vaso, toma la forma del vaso. Es infinitamente adaptable, ahí radica su virtud, no conoce la rigidez. El hombre debe ser como el agua y no tan rígido y frío como el hielo.
El agua siempre fluye en dirección al mar, este donde este siempre se dirige hacia el mar, hacia el infinito. El hombre debe ser como el agua y encaminarse siempre hacia dios.
El agua se conserva pura mientras esta en movimiento y fluye, si se queda parada se vuelve impura y estancada. Así que el hombre como su conciencia tienen que mantenerse siempre fluyendo y no quedarse parados en ninguna parte, cuando el hombre se queda estancado se vuelve impuro y se enferma. Si el flujo se mantiene y uno esta dispuesto a pasar de un instante al siguiente sin asideros y sin el lastre del pasado conservara la inocencia y la pureza del agua.
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